Según Jorge Navarrete, director del Centro de Competitividad del Maule, el estudio tiene como objetivo elaborar un sociograma estructural de las organizaciones socioeconómicas regionales en los ámbitos vitivinícola, carneo y alimentario. “Esto permitirá a los diversos estamentos de la región potenciar lo que se está haciendo bien, y minimizar el efecto de las cosas negativas, mientras se adoptan las enmiendas necesarias”.
La información de la próxima entrega de los resultados del análisis la entregó el encargado del equipo de estudios, el dr. Podestá, quien puntualizó: “Estamos aplicando un sociograma respecto de las distintas fuerzas económicas, políticas, sociales, culturales, institucionales que forman parte de la Región del Maule. Esto en el marco de un proyecto que se llama ‘Observatorio de Competitividad con Enfoque Territorial’, y para lograr catastrar esto, los flujos, las tensiones y las colaboraciones que hay dentro de la Región del Maule hemos entrevistado a miembros del CORE (Consejo Regional), la FiMaule, la Unión Comunal, juntas de vecinos, el Centro del Vino de la Universidad de Talca, Corma, la Asociación de municipios de la Región, CRATE ”.
“Por otra parte, también hemos recopilado información del Centro de Pomáceas de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Talca, y dialogamos con la Central Unitaria de Trabajadores (CUT). Además hemos recabado información de la gente de CORFO y, por cierto, del Centro de Competitividad de la U. de Talca”.
Según Juan Podestá, todo lo anterior ha permitido detectar una serie de factores positivos que tiene la Región, otros factores híbridos (que no agregan ni influyen en nada), y también algunos factores negativos. ”La idea es poder sistematizar esta información y entregar un informe que dé cuenta de cuáles son los aspectos positivos que hay que empujar, y cuáles son los aspectos negativos que hay que disminuir su presencia”.
“Lo primero que hemos detectado es que el Maule es una región compleja. Segundo, que -no obstante los obstáculos que tiene para su desarrollo- es una región con mucho potencial, en la producción del vino, por ejemplo, de la carne, de los alimentos, en el tema forestal. Son factores que hay que empujar más todavía”.
El investigador precisa que a través de la información estadística se percibe que el Maule es una región que está muy por debajo del promedio nacional, en general en sus aspectos socioeconómicos.“El Maule tiene más pobreza que el nivel nacional. También tiene problemas de crecimiento demográfico que son preocupantes. El analfabetismo es mayor en el Maule que en otras regiones del país. La investigación y desarrollo también es menor, comparativamente hablando. Hay una serie de indicadores socioeconómicos que nos van diciendo que la Región del Maule tiene gran potencialidad, pero también que tiene un piso estructural bastante precario”.
Indica que, por ejemplo, el ingreso medio del país es muy superior al de esta Región, que hay una baja calificación profesional del personal municipal, y que la desocupación -según lo manifestado por la CUT- es también muy preocupante, en particular la desocupación femenina, que duplica a la de los varones.
“Por otra parte, este piso precario es así porque en la Región del Maule la estructura demográfica es muy restrictiva, muy regresiva y muy constrictiva. Es decir, la base de la pirámide de población del Maule es muy angosta respecto de lo que ocurre en otras regiones del país. También hay una brecha tremenda, un desarrollo dispar entre Talca, Curicó, Linares, Cauquenes y las otras comunas de la región.Hay carencias críticas, como por ejemplo en el ámbito de la vivienda o del acceso a los servicios básicos. Tener que viajar de Cauquenes a atenderse en el hospital de Talca es, por lo menos, algo incómodo”, señala Podestá.
“En consecuencia en eso hemos estado, primero recopilando información, luego analizándola a la luz de algunos documentos: la Estrategia Regional de Desarrollo o la Agenda Productiva. En eso hemos estado. Tenemos que sistematizar la información, ordenarla, para entregársela al Centro de Competitividad de la Universidad de Talca, y volverla a discutir hasta que logremos evacuar un informe final”.
Este sociograma, de acuerdo a lo señalado por Juan Podestá, sirve para detectar nodos positivos y nodos negativos de interacción entre ambos. “Si tengo claro lo positivo y lo negativo del Maule, debo potenciar lo positivo, mientras que los nodos negativos detectados debo disminuirlos en su impacto. Esto sirve de insumo para políticas públicas, de insumo en el nivel empresarial, y de insumo para el trabajo de la Universidad. Lo que estamos haciendo es trabajar con información que en algún momento tiene que transformarse en conocimiento y de ahí en decisiones”.
Este análisis ha cubierto los temas de la producción regional de carnes, de vino y de alimentos congelados. Allí, de acuerdo al estudio, hay aspectos positivos. “Y también los hay en el tema de la madera y de la fruticultura, entonces eso hay que potenciarlo. Pero además hay aspectos negativos como la pobreza, el tema demográfico, las complicaciones de accesibilidad a los servicios básicos, y esos tenemos que ver cómo los solucionamos, cosa de ir generando la visión de una región equilibrada”, finalizó el investigador.