Actualmente en la provincia de Petorca, una de las zonas insignia de la grave sequía que afecta a la zona central del país, la lucha está en poder aumentar los litros de agua por persona.
Para lograr esto, se han realizado una serie de acciones judiciales presentadas por distintos estamentos, autoridades y pequeños agricultores y comunidades, que no cuentan con el recurso hídrico para subsistir, debiendo depender de camiones aljibes y sistemas de Agua Potable Rural (APR).
Según Patricio González, investigador del Centro de Agroclimatologia y Riego de la Universidad de Talca, para considerar un año normal, en la región de Valparaíso deberían caer 335 milímetros de lluvia, entre los meses junio y agosto, cifra que sólo tiene un 10% de probabilidad.
Respecto de la desertificación, hay que tener en cuenta que nuestro país se ubica en el puesto 18 de las naciones del mundo con mayor estrés hídrico.
En una publicación de la ONG Greenpeace señala que existen tres fenómenos que afectan a los suelos del país: erosión, degradación y desertificación, que están ligados a los efectos de la minería, actividades agropecuarias y la industria forestal.
En tanto, según datos de Conaf aportados en la misma publicación, casi el 22% de nuestro país tiene riesgo de desertificación. Si lo traducimos a espacio, son más de 16 millones 300 mil hectáreas, consigna BioBioChile.
Situación que afecta a más de siete millones de personas, según indicó Mauricio Ceballos, vocero del área de campañas de Greenpeace,
Actualmente más de 350.000 mil personas dependen de los sistema de APR, los que en muchas ocasiones no funcionan de manera continúan y experimentan cortes del suministro. Esto pone en peligro las medidas sanitarias básicas de los habitantes, para hacer frente a la pandemia.