Desde hace tres años Pamela Cárdenas, usuaria del Programa de Desarrollo Local-PRODESAL- de INDAP, del sector Coronel de Maule, Cauquenes, incursiona en el cultivo de la lavanda, de la mano de la empresa Ecohuella, que mantiene una alianza productiva con INDAP.
En solo mil metros de terreno, esta productora cultiva 520 plantas de lavanda, cantidad que espera ampliar y que asegura le han otorgado grandes satisfacciones. “Nosotras producimos las flores, las procesamos y las entregamos a la alianza Ecohuella y también vendemos plantas, lo que nos beneficia bastante. Somos 20 mujeres de la zona costera de la provincia de Cauquenes. El trabajo de la lavanda lo realizamos de manera orgánica, sin pesticidas ni agroquímicos, y trabajamos de manera ordenada y continua. Ya se han visto ganancias año a año y la producción va mejorando, porque la planta va creciendo y hay mejor producción.”
Pamela también produce hortalizas que vende en la feria y en esta época de pandemia a través de whatsapp y posee un sistema de riego por goteo que utiliza la energía fotovoltaica y que obtuvo a través del convenio entre el Gobierno Regional y la Comisión Nacional de Riego.
Esta emprendedora es parte de uno de los dos grupos de la provincia de Cauquenes, de 20 mujeres cada uno, que se encuentran trabajando en la alianza productiva con Ecohuella, empresa dedicada al cultivo de plantas medicinales con las cuales elaboran aceites esenciales y productos fito cosméticos.
Karen Uribe, representante de Ecohuella señala que trabajar con estas productoras ha sido una experiencia muy gratificante, porque les ha permitido potenciarlas y empoderarlas como mujeres y a la vez fortalecer una actividad productiva que pueden desarrollar desde sus hogares. “Este cultivo permitió que ellas pudieran trabajar desde la casa, además es un cultivo de bajos requerimientos nutricionales y se adapta súper bien a climas extremos, resistente a la sequía y heladas y lo único que necesita en el año es la poda y la cosecha de las flores, que si bien se dan tres según bibliografía, a nosotros nos ha dado entre 4 a 5 floraciones en esta zona, por lo que se ha dado muy bien. Así que muy bonita la experiencia, también en el aspecto de empoderar a mujeres para que puedan trabajar sobre todo con el cultivo de estas flores que son más delicados y ha sido un aprendizaje mutuo.”
Ecohuella también está experimentando en esta zona con romero, manzanilla y caléndula, con algunas de las productoras. Además de las flores deshidratadas de lavanda, también las productoras venden plantines de lavanda a otras empresas y particulares, donde la empresa les hace el nexo cuando les solicitan volúmenes importantes de plantines de lavanda.
Oscar Muñoz, director regional de INDAP, destacó la importancia de este tipo de articulación, que permiten generar emprendimientos innovadores especialmente en zonas apartadas y de secano, donde las alternativas productivas son más limitadas. “Con mucha satisfacción hoy hemos conocido el trabajo de Pamela y cómo ella ha encontrado en este cultivo una oportunidad de diversificación y desarrollo de su unidad productiva, y que está siendo replicado por otras mujeres rurales de la provincia de Cauquenes. Acá vemos como a través del Programa de Alianzas Productivas, en este caso con Ecohuella y de PRODESAL, estas productoras están desarrollándose y ampliando su negocio”.