Un recluso del Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP) de Cauquenes fue identificado como el líder de una operación de narcotráfico que intentaba introducir 500 pastillas de éxtasis provenientes de Holanda. Este caso, desbaratado por un operativo conjunto de la Unidad de Análisis Criminal y Alta Complejidad (UNAAC) de la Fiscalía y la Brigada Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado (Brianco) de la PDI, pone en evidencia cómo las redes delictuales operan incluso desde el interior de los recintos penitenciarios.
La investigación
La operación comenzó a principios de diciembre, cuando en el Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez se detectó un paquete sospechoso enviado desde los Países Bajos y destinado al Maule. El domicilio del destinatario era conocido por actividades ilícitas, lo que activó las alarmas de las autoridades.
Mediante una entrega controlada, se detuvo a una mujer y su hijo en San Clemente, quienes iban a recibir la droga. Sin embargo, las indagaciones permitieron descubrir que el autor intelectual de la compra era un recluso en el CCP de Cauquenes, quien coordinaba las transacciones desde la cárcel, desafiando los controles penitenciarios.
Declaraciones oficiales
Medidas judiciales
La mujer y su hijo quedaron en prisión preventiva, mientras que el recluso será formalizado en los próximos días. Este caso evidencia la necesidad de fortalecer los mecanismos de control dentro de los recintos penitenciarios para evitar que sigan siendo centros de operación delictiva.
Un operativo con impacto regional
Este operativo no solo desarticuló una red criminal con alcance internacional, sino que también envió un mensaje claro: el narcotráfico, incluso desde cárceles, no quedará impune.